Miriam se inspiró en las ilustraciones de mis relatos "La dama de hielo" y "Lágrima", para escribir este precioso poema:
“La simpleza de una apariencia”
Aquella mujer de mirada impasible,
cegadora e incluso,
con un matiz de soberbia,
se sobreponía a cada decepción
con un halo de indiferencia.
Se maquillaba sus ojos
perfilando su párpado superior y
delimitando su forma almendrada,
para terminar con un carmín
de color rojo pasión,
en sus deleitosos labios.
Pareciera que cualquier ser
estaba hechizado y a su merced
y que el aire era incapaz
de rozar su bello rostro;
más todo lo contrario:
el mundo la asfixiaba.
En su más indeseada soledad,
esgrimía sus lágrimas
carentes de consuelo,
sin percatarse de que su sufrimiento,
provenía de ese mismo amor
que le hacía ver las estrellas.
Nunca fue consciente
de que las lagrimas,
se convertirían en cicatrices
que permanecerían en su alma
mientras perdurase la toxicidad
de un amor intangible.
Miriam Jerónimo Nadal
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