Lo bonito de firmar libros en un lugar tan bonito como los Alcázares es que, por mucho frío que haga, puedes acabar la jornada paseando por la playa.
El pasado sábado fue un día genial, acompañada de gente estupenda, con muchas risas y en un entorno maravilloso. Me vino muy bien para recargar pilas.